miércoles, 29 de junio de 2011

YOGA Y LAS GLANDULAS TIROIDES Y PARATIROIDES

La actividad física aumenta la actividad metabólica, la práctica de yoga específicamente es beneficiosa ya que ciertas posturas activan la tiroides, al comprimir, flexibilizar y estimular la zona donde esta glándula está ubicada.

La postura llamada Bhujangasana o postura de la cobra, Dhanurasana o postura del arco, Sarvangasana o apoyo sobre los hombros, Halasana o postura del arado, Viparita Karani, todas activan el funcionamiento de la tiroides. Las dos primeras son posturas que llevan a arquear la columna por lo que la zona de la tiroides se flexibiliza hacia atrás, generando mucha irrigación en la zona de la garganta. A través de las otras posturas mencionadas, que son posturas de inversión, la sangre que desciende es retenida en la tiroides, mediante la llamada “llave de mentón”, estimulando energéticamente a esta glándula. La práctica continua del yoga previene y resuelve irregularidades hormonales y a la vez ayuda a restablecer el funcionamiento endocrino general.
 La imposibilidad de comunicación 
Según la parte del cuerpo donde se manifiesta la disfunción podemos hacer la lectura acerca de lo que nos está expresando dicha disfunción y qué necesitamos comprender para generar un cambio. La zona de la garganta es el lugar, el espacio físico, desde donde expresamos nuestra forma de ver la vida, pensamientos, convicciones, consideraciones acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.
Hoy uno de los problemas claves que existen en la humanidad es la falta de comunicación, se vive tan apurado, tan ensimismado, tan adentro cada uno de su propio mundo, que no hay tiempo, ni interés, ni energía, para expresar y conectarse profundamente con los otros y el afuera en general. Esta incomunicación mucho tiene que ver con la afección de la glándula tiroidea.
Comunicarse, no significa sólo sacar afuera lo que se piensa, o la opinión que se tiene acerca de las cosas, comunicarse significa, relacionarse, compartir, cuidar, ayudar, poder expresarle a otro el sentir profundo de uno. Comunicarse es también conectarse profundamente con uno mismo, no estar disperso, alejado de las propias sensaciones y vivencias, comunicarse es darse cuenta del sentir, ser veraz con uno mismo y poder actuar en consecuencia.
La incomunicación que se vive, es debida a que, primariamente nadie, en general, es muy conciente de sus propias sensaciones y sentir, algunos pueden creer que sí son concientes, pero  tal vez no se dan cuenta de la raíz de su sentir, con lo cual es casi imposible poder expresar esto al otro, verlo, interesarse.
Esta actitud de incomunicación se va acentuando cada vez más en uno mismo al punto que se reprime, se niega y hasta se oculta el sentir verdadero y se anula, en consecuencia, la posibilidad de expresarlo.
La forma más a mano que tenemos de sacar nuestra verdad es a través de la voz, el hecho de contener esta posibilidad bloquea la zona de la garganta y todos los órganos aledaños se ven afectados, el hipotiroidismo tiene que ver con estos hechos.
También ocurre que sabemos bien lo que nos pasa y sentimos pero no nos animamos a decirlo y entonces por dejar de decir lo que uno cree que es verdadero, también podemos bloquear la energía de dicha zona.
No se trata tampoco, de decir a toda costa o sacar y comunicar lo que uno siente en forma agresiva, irónica, con enojo,  protestando, demandando, criticando. Esto genera el mismo bloqueo energético.
Muchas personas temen expresar su voluntad u opinión por miedo a ser juzgadas, por inseguridad, generando violencia en sí mismas al reprimir y también hacia fuera porque el que calla, el que no trasmite, genera conflicto en sus vínculos afectivos. Otras no pueden sacar sus opiniones y formas de ver la vida si no es con violencia, con lo cual también se agreden a sí mismas.
Habiendo aclarado estas dificultades proponemos desde este espacio llevar a la práctica estos conceptos ayudándonos con esta herramienta maravillosa que el yoga, pero es por medio, o a través del yoga como haciendo consciente lo que llevamos profunda y silenciosamente adentro de nosotros mismos, podemos limpiar y transmutar para que ya estos inconvenientes no nos molesten.
A través de la práctica consciente del yoga es como podemos limpiar y despejar estos bloqueos que se van alojando en nuestro cuerpo, mente, y alma, de forma paulatina pero con constancia en el tiempo y con verdadera intención sanadora y purificadora.