Toma de conciencia de las percepciones sensoriales.
La técnica de meditación de Antar Mouna es un viaje desde la experiencia del mundo externo hacia las profundidades del mundo interno. Un Punto de partida que comienza con la toma de conciencia de la realidad que nos rodea. Se comienza abriendo los sentidos al máximo, para tener una experiencia nítida de dónde nos encontramos y de los que nos está sucediendo. La toma de conciencia sensorial ofrece una variada gama de posibilidades: percepción de las sensaciones táctiles, olfativas, auditivas, etc.
El principal obstáculo que encuentra el practicante a la hora de interiorizarse es la dispersión o distracción que le ocasiona el mundo exterior, y principalmente los ruidos.Superar este obstáculo no es cuestión de control ni de luchar contra los estímulos externos. El medio más fácil consiste en aceptar plenamente lo que hay y ayudarse de ello para focalizar la atención. Sin rechazar los sonidos, sino más bien, al contrario. abriéndose a ellos totalmente, dejando que penetren y nos traspasen conseguiremos reconciliarnos con el entorno y hasta encontrarnos a gusto en medio de dicho ruidos. Cuando se mantiene la atención sobre los estímulos externos llega a producirse el desinterés de la mente hacia los mismos.
Manteniendo la conciencia testigo, en pocos minutos los sonidos pierden su influencia y se convierten en una música de fondo que no nos afecta. No obstante, el practicante puede observar cualquier otro estímulo o sensación que demande su atención. Se trata de estar receptivo hacia todo lo que incite a los sentidos y observarlo con una actitud de no identificación, hasta que dichos estímulos pierdan su fuerza y atractivo.
En esta primera fase se alterna la observación de los estímulos externos con la toma de conciencia de la respiración. . La respiración es el puente entre el mundo exterior y el mundo interior, entre el cuerpo físico y la mente. La toma de conciencia del proceso respiratorio desarrolla un elevado nivel de atención y prepara la inmersión hacia el mundo interior. Cuando se ha superado la influencia que ejercen los estímulos externos, es el momento de adentrarse en el mundo interior, la segunda fase de Antar Mouna.
Preparación ( postura )
Sientate en una postura de meditación: Siddhasana, padmasana, sukhasana. , también puedes realizar esta práctica sentado en una silla o recostado en shavasana. Cierra los ojos y acomoda tu cuerpo en la postura. Ajusta bien la posición hasta que la sientas comoda y te permita permanecer en completa inmovilidad todo el tiempo que dure la práctica.
Toma de conciencia de las sensaciones táctiles. Siente todos los puntos de tu cuerpo que están en contacto con el suelo. Nota el cuerpo adaptado al suelo, arraigado, enraizado en el suelo. Sin hacer ningún juicio o valoración observa las sensaciones del contacto de la ropa con tu piel.. Percibe la temperatura del ambiente, observa cualquier olor que puedas captar en el aire. Observa y lleva nuevamente la conciencia a tu cuerpo en la postura y la inmovilidad. Siente la inmovilidad.
Ahora toma conciencia de todos los sonidos que provienen del mundo exterior. Escucha globalmente todos los sonidos, permaneciendo como un mero espectador, sin enjuiciar, sin hacer ninguna valoración. Observa todos los sonidos, simplemente escucha, y sitúate en posición de consciencia de testigo. Siente, escucha sin valorar, clasificar, reaccionar, ni identificarte con ningún sonido. Date cuenta que el fenómeno de la audición sucede entre el objeto que emite el sonido y el órgano de la audición que lo capta. Tú permaneces como un observador inafectado. Toma conciencia de todos los sonidos que puedas percibir desde los más burdos a los más sutiles, desde los más cercanos a los más lejanos. Sin oponerles resistencia, deja que te traspasen. Observa globalmente todos los sonidos que hay dentro de la habitación, los sonidos que hay dentro del edificio y los sonidos que vienen de fuera.
Ahora deja que tu atención se mueva de un sonido a otro y así sucesivamente. Elijes un sonido, lo escuchas un momento y luego saltas hacia otro. Enfoca tu consciencia unos momentos en cada sonido que llame tu atención. Luego vuelve a escuchar todos los sonidos globalmente, sin elegir ninguno. Siéntete inmerso en el océano de sonidos que te rodean.
Deja de lado los sonidos, y pasa a observar el proceso natural de la respiración. Observa el flujo natural de la respiración en tus fosas nasales sin interferir. No la empujes o frenes. Simplemete deja que se manifieste.
Intensifica la atención sobre el paso del aire por las fosas nasales, y de las sensaciones que te produce. Consciencia de testigo. En la observación de la respiración puedes atender a muchos matices, por ejemplo, puedes tomar consciencia de la longitud de la respiración, de su densidad, de su ritmo, de su temperatura. Entre inhalacíon y exhalación ocurre muchas veces naturalmente una pequeña pausa, que suceden espontáneamente. Observa y observate en el acto de respirar. muy atento, alerta, abierto a lo que sucede.
Nuevamente, lleva la conciencia hacia el mundo exterior hacia los sonidos que te rodean. Nuevamente deja de lado el mundo exterior y observa tu respiración en las fosas nasales.
En esta primera fase continúa alternando la consciencia de los sonidos que te llegan del mundo exterior con la observación del proceso respiratorio, durante un tiempo razonable. Aproximadamente unos diez minutos en las primeras sesiones y de quince a veinte minutos cuando estés más entrenado. Practica la primera fase durante uno o dos meses, o hasta que sientas que los sonidos del entorno dejan de interesarte e impidan mantener la atención en otras cosas, estarás preparado para acceder a la segunda fase de Antar Mouna.
Toma de conciencia de las sensaciones táctiles. Siente todos los puntos de tu cuerpo que están en contacto con el suelo. Nota el cuerpo adaptado al suelo, arraigado, enraizado en el suelo. Sin hacer ningún juicio o valoración observa las sensaciones del contacto de la ropa con tu piel.. Percibe la temperatura del ambiente, observa cualquier olor que puedas captar en el aire. Observa y lleva nuevamente la conciencia a tu cuerpo en la postura y la inmovilidad. Siente la inmovilidad.
Ahora toma conciencia de todos los sonidos que provienen del mundo exterior. Escucha globalmente todos los sonidos, permaneciendo como un mero espectador, sin enjuiciar, sin hacer ninguna valoración. Observa todos los sonidos, simplemente escucha, y sitúate en posición de consciencia de testigo. Siente, escucha sin valorar, clasificar, reaccionar, ni identificarte con ningún sonido. Date cuenta que el fenómeno de la audición sucede entre el objeto que emite el sonido y el órgano de la audición que lo capta. Tú permaneces como un observador inafectado. Toma conciencia de todos los sonidos que puedas percibir desde los más burdos a los más sutiles, desde los más cercanos a los más lejanos. Sin oponerles resistencia, deja que te traspasen. Observa globalmente todos los sonidos que hay dentro de la habitación, los sonidos que hay dentro del edificio y los sonidos que vienen de fuera.
Ahora deja que tu atención se mueva de un sonido a otro y así sucesivamente. Elijes un sonido, lo escuchas un momento y luego saltas hacia otro. Enfoca tu consciencia unos momentos en cada sonido que llame tu atención. Luego vuelve a escuchar todos los sonidos globalmente, sin elegir ninguno. Siéntete inmerso en el océano de sonidos que te rodean.
Deja de lado los sonidos, y pasa a observar el proceso natural de la respiración. Observa el flujo natural de la respiración en tus fosas nasales sin interferir. No la empujes o frenes. Simplemete deja que se manifieste.
Intensifica la atención sobre el paso del aire por las fosas nasales, y de las sensaciones que te produce. Consciencia de testigo. En la observación de la respiración puedes atender a muchos matices, por ejemplo, puedes tomar consciencia de la longitud de la respiración, de su densidad, de su ritmo, de su temperatura. Entre inhalacíon y exhalación ocurre muchas veces naturalmente una pequeña pausa, que suceden espontáneamente. Observa y observate en el acto de respirar. muy atento, alerta, abierto a lo que sucede.
Nuevamente, lleva la conciencia hacia el mundo exterior hacia los sonidos que te rodean. Nuevamente deja de lado el mundo exterior y observa tu respiración en las fosas nasales.
En esta primera fase continúa alternando la consciencia de los sonidos que te llegan del mundo exterior con la observación del proceso respiratorio, durante un tiempo razonable. Aproximadamente unos diez minutos en las primeras sesiones y de quince a veinte minutos cuando estés más entrenado. Practica la primera fase durante uno o dos meses, o hasta que sientas que los sonidos del entorno dejan de interesarte e impidan mantener la atención en otras cosas, estarás preparado para acceder a la segunda fase de Antar Mouna.