El pensamiento como energía

La tradición filosófica-espiritual oriental ha tratado desde milenios al pensamiento como un tipo de energía que moviliza hacia la acción, que afecta no sólo al que lo piensa, sino al entorno como una vibración que impregna los ambientes.
Esto se ha generalizado en el lenguaje occidental con conceptos como los lugares cargados de buena o mala “onda”.
El mundo indígena también reconocía en el pensamiento una fuerza que al proyectarse, producía efectos como salud o enfermedad, incluso con efectos a larga distancia.
Los estudios acerca de la telepatía, transmisión del pensamiento, o acerca del poder de éste en las plantas hablan de que al pensar estamos elaborando, creando y transmitiendo una energía que influye en el mundo. Tompkins, en su maravilloso libro "El mundo secreto de las plantas" expone una gran cantidad de experiencias de este tipo, como aquella en que una persona le envía afecto a una planta de su casa que está a muchos kilómetros de distancia, y ésta reacciona de acuerdo a las mediciones hechas por sensores.

En la actualidad, Erwin Laszlo, afirma que el pensamiento corresponde a una realidad que fluye en lo que él ha llamado el campo psi, así,si los átomos vibran en el campo cuántico y las células viven en el sustrato biológico, el pensamiento lo hace en su propio campo de energías.
El campo psi es un sustrato pensante que contiene las ideas humanas. Lo interesante es que esto cambiaría la visión de lo que es recordar, por ejemplo, si todos los pensamientos están vibrando en el campo psi, entonces al recordar lo que
hacemos es conectarnos con la frecuencia de ese pensamiento y atraerlo a nuestro campo mental.
El cerebro es entonces, no la causa del pensamiento,sino su decodificador, los pensamientos existen más allá de la existencia del cerebro.
Éste es algo así como la radio que transmite la forma mental. Ella es real, existe en otro campo de existencia.
Con estos conceptos el pensamiento deja de ser algo que se esfuma. Al pensar estamos creando realidades en campos no visibles, pero realidades que se conectan e influyen al mundo.
El pensamiento es acción. Pensar es actuar. Somos responsables no sólo de nuestros actos tangibles, sino también de nuestros pensamientos que quedarán vibrando y afectando al campo mental de la humanidad.


tivamente al campo mental humano.-
Patricia May
del libro "Todos los Reinos palpitan en ti"
del libro "Todos los Reinos palpitan en ti"